El equipo de cumplimiento (segunda línea de defensa) mantiene su nivel de independencia al monitorear la tolerancia al riesgo de toda la organización, descubrir brechas y omisiones, así como contribuir al desarrollo de procesos y controles para mitigar el riesgo.

Los resultados de la evaluación de cumplimiento, se puede extraer y compartir fácilmente con los directivos, reguladores, auditores y otros Stakeholders que cada vez son más exigentes y sensibles a los riesgos asociados con el cumplimiento.

Permite Incluir, organizar y gestionar de una manera sencilla, manteniendo al día los requisitos reglamentarios y normativos para un cumplimiento total y eficiente.

Cada área responsable podrá incorporar las actualizaciones legislativas y reglamentarias, permitiendo que se involucre fácil y oportunamente la primera línea de defensa para asegurar que puedan ejecutar evaluaciones de riesgo y remediar los vacíos regulatorios.

Mediante los Mapas de Cumplimiento, en cualquier momento se puede conocer el consolidado del grado de Cumplimiento a lo largo de la organización, de toda política, norma, regulación, etc., integrando las evaluaciones realizadas hasta ese momento por todas las líneas de defensa integradas al Ecosistema.